Sacando a nuestra iguana al Sol.


El Sol y el calor que nos brinda el verano es algo que no debemos desaprovechar en absoluto para que nuestra iguana goce de una buena salud. Al igual que el Free Roaming en nuestra casa, explorar el exterior, brinda a nuestra iguana la oportunidad de beneficiarse físicamente y mentalmente. No obstante, los peligros en el exterior también existen, incluso pueden aumentar.

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de sacar a nuestra iguana a pasear por nuestro jardín, terraza, o por la calle; es preguntarnos a nosotros mismos sobre su personalidad, porque por mucho que hagamos por domesticarla, cada iguana acaba teniendo su propia personalidad. ¿Es nuestra iguana calmada, sin reacciones inesperadas, cautelosa, exploradora y curiosa? ¿O por lo contrario tiende a huir constantemente de nosotros, no se deja coger con facilidad, es muy miedosa o se asusta por cualquier ruído o movimiento sospechoso? Si tu iguana responde a la segunda descripción, desde mi experiencia, NO te recomiendo que la saques a explorar el exterior, más tarde o temprano escapará y quizá ya nunca la recuperes...

Usar un arnés no es nada recomendable. La iguana se siente atrapada y se estresa; intenta soltarse (y la mayoría de veces lo consigue) y una sesión de paseo se convierte en un calvario para iguana y propietario. Aunque pueden acabar acostumbrándose a él, son muchas las iguanas que por usarlo, han perdido alguna de sus crestas dorsales y nosotros no queremos que esto ocurra, verdad?. En conclusión, la mejor opción para éste tipo de iguanas es construirles un terrario de Sol.

Si tu iguana responde más a la primera descripción, puedes proceder a iniciarla en este tipo de sesiones, aunque recuerda que NUNCA debes confiarte, no la dejes nunca desatendida, los imprevistos en el exterior son muchos, además la iguana se encuentra en un sitio desconocido por lo que nunca sabes cómo va a reaccionar.

La forma más segura de dejar que nuestra iguana pasee libremente por el exterior es que nuestro jardín, terraza, corral, etc... disponga de una valla suficientemente alta y ,a poder ser, lisa sin ningún tipo de grieta, clavo, grapa etc... que pueda dañarla o permitir que escape. De ser una terraza el sitio, deberemos prestar el doble de atención, ya que en caso de que la iguana trepara por la barandilla y saltase, la muerte sería más que segura. No hace falta decir que sacar nuestra iguana a que pasee a sus anchas por un terreno sin vallar, o con árboles no es una buena idea. Una forma segura de controlar la situación es estar siempre cerca de ella (si la iguana lo permite, claro), de este modo podremos actuar con más rapidez si ocurre algo.

Debemos tener presente de nuevo, que las iguanas trepan muy bien, por lo que debemos prestar atención a todo aquello a lo que la iguana pueda agarrarse con facilidad (árboles, pilares de madera, canales de agua, etc...) ya que si la iguana trepara, nos sería muy difícil volverla a recuperar. Una buena idea es rodear con plástico el tronco de los árboles lo suficientemente alto para que la iguana no pueda agarrarse.

Debemos prestar atención a las zonas con agua que podamos tener, sobre todo piscinas, grandes palanganas, etc... ya que si bien la iguana es una excelente nadadora, esto no significa que sepa salir con facilidad (las paredes son resbaladizas), por lo que corre el riesgo de ahogarse por cansancio.

También debemos de prestar atención a todo aquello que sea tóxico: fertilizantes, pesticidas, plantas tóxicas y otros productos químicos. Recordemos que las iguanas lo prueban todo con su lengua. Recuerda que muchos herbicidas o pesticidas tienen un efecto residual de hasta seis meses. Prestaremos también atención a aquello que pueda comerse intencionadamente (heces de perro, gato, conejo, virutas, grava, etc...).

Finalmente, debes estar alerta también a los posibles depredadores que puedan existir cerca, sobre todo si tu iguana todavía es pequeña, aves de presa, gatos o perros pueden intentar atraparla y matarla. Un animalito de estas características puede suponer algo muy excitante para ellos.
Y esto es todo, si tienes en cuenta todo lo dicho, seguro que tú y tu iguana disfrutáis de un apacible día de verano. La experiencia vale la pena.