Higiene y aseo de nuestra iguana.


Bañando a nuestra iguana:

La iguana en libertad limpia los restos de heces, comida y posibles insectos o ácaros, sumergiéndose y nadando en los ríos, así como mudando la piel. Muchos creen que las iguanas son animales sucios y lo cierto es que la culpa de su suciedad la tienen sus amos y sus terrarios. Darle un baño a nuestra iguana puede llegar a ser una experiencia muy agradable para iguana y cuidador: se elimina la suciedad, los restos de heces, los restos de comida, se favorece la muda de la piel, la iguana realiza ejercicio e incluso se puede aprovechar para que la iguana defeque en el agua si los baños son diarios (y así ahorrarnos la tarea de limpiar las heces del terrario). La mayoría de iguanas acaban por acostumbrarse a los baños tibios y llegan incluso a integrarlos dentro de su rutina diaria.

Una vez leí una historia personal de un cuidador que afirmaba que un día fue a darle un baño (de los que diariamente acostumbraba a dar a su iguana), cuando llamaron al timbre. Él, que se dirigía con la iguana al baño, la dejó en el comedor, sobre el sofá, y fue a ver quién era. Pues bien, cuando vino, la iguana ya no estaba allí... ¿Os imagináis dónde estaba? En la bañera.

Los baños se le deben dar preferiblemente todos los días, la mayoría de cuidadores están de acuerdo que en que como mínimo se le de un baño semanal. Bañar a la iguana no es malo, cuando más la bañemos, más limpia y saludable estará. El lugar más recomendable para bañarla es la bañera, siempre que después de cada baño se desinfecte. La llenaremos lo suficiente para que el agua tibia (no caliente) le llegue al cuello a nuestra iguana, no más. El jabón no es recomendable porque no está comprovado cómo afecta a las escamas de los reptiles.

El baño puede durar lo que creamos conveniente, siempre que el agua no llegue a enfriarse. Aunque a la iguana le cueste salir de la bañera, no es recomendable dejarla sola por lo que pudiera pasar. Debemos vigilar el hilo del tapón, ya que la iguana puede liarse de mala manera.

"Parte de la información contenida en este apartado a sido extraída y traducida con permise la página web www.greenigsociety.org"

Cortándole las uñas:


Si alguna cosa tienen en común los cuidadores de iguanas, son los arañazos repartidos por las muñecas y antebrazos. Las razones por las que debemos cortar las uñas a nuestra iguana son:
  • Por nuestra seguridad: Una iguana adulta, con uñas afiladas, puede, aunque sin querer, hacernos unos arañados bastante profundos cuya cicatriz en ocasiones no llega a desaparecer. Además de que es más fácil de manejar que con unas uñas muy afiladas que continuamente se enganchan a la ropa.
  • Por su salud: Las iguanas en libertad, mantienen la longitud de sus uñas con el simple hecho de trepar a los árboles, a las grandes rocas, al excavar, etc... Sus uñas son lo suficientemente largas para agarrarse con fuerza a las superficies rugosas. Una iguana en cautividad no puede mantener la longitud de sus uñas, las uñas crecen y crecen, cada vez más afiladas y les es imposible limarlas, ya que el terrario no es apropiado para ello. Unas uñas muy afiladas pueden dañarla cuando se rasca, pueden dañar a otras iguanas, y por su curvatura, cada vez más acusada, pueden causarle problemas serios a la hora de moverse, pudiendo quedar atrapada por accidente en alguna grieta o agujero.
Por todo esto, es aconsejable crear el hábito de cortar las uñas a la iguana y acostumbrarla a ello para facilitarnos la tarea. Las uñas se cortarán cada dos o tres semanas en iguanas juveniles y cada mes en iguanas adultas (como vemos, las uñas crecen más rápido que las iguanas...). Como cortaúñas utilizaremos un cortaúñas para humanos, un cortaúñas especial para reptiles o si tenemos una Dremel TM podemos optar por lijárselas (no aconsejo ni tijeras ni cortaúñas de perro por su imprecisión y mal corte).

Al cortárselas con los cortaúñas debemos prestar atención a que esté bien afilado, y de cortarlas con un movimiento rápido, de manera que el corte sea limpio. También es muy buena idea que otra persona nos ayude a cortárselas, ya que ésta puede calmar a la iguana y a la vez orientar sus garras para mejorar nuestra labor.

Y ahora quizá lo más importante, ¿Hasta cuánto cortarle las uñas?. Si observamos el dibujo de abajo veremos que dentro de la uña de una iguana no es todo queratina. Existe también carne y nervio. Debemos pues ser muy cuidadosos y cortar sólo la puntita saliente, lo que realmente araña, no más. Así pues, debemos tener preparado por si acaso, gasas estelirizadas, agua oxigenada y Betadine TM por si tuviéramos algún percance. Una uña que ha sido cortada más de la cuenta posiblemente no vuelva a crecer correctamente.


Si nuestra iguana se estresa demasiado, podemos optar por cortarle las uñas poco a poco (primero una mano, al día siguiente otra...). Sobre todo es importante que la iguana no interprete este hábito como una amenaza, así se que si estresa o pone nerviosa no la obliguemos a ello.

Parte de la información contenida en este apartado a sido extraída y traducida con permiso de la página web www.greenigsociety.org"

El proceso de muda:
Incluir el proceso de muda dentro del apartado de higiene tiene su explicación. Con la muda, la iguana se desprende de la piel muerta, piel en ocasiones con suciedad de todo tipo e incluso ectoparásitos. Así que la muda en la iguana podríamos considerarla como un cambio de ropa... no?.

Bromas aparte, la muda es un proceso totalmente natural y común en todos los reptiles. Las iguanas mudan más ocasionalmente que otros reptiles aunque lo hacen en menores proporciones (las serpientes por ejemplo, mudan toda la piel a la vez, en una pieza). Normalmente un iguana no suele cambiar toda la piel de un tirón, hay partes que se renuevan más que otras.

Las iguanas suelen mudar la piel durante todo el año, aunque podemos decir que las iguanas jóvenes durante el año mudan más veces que las adultas. El proceso de muda está ligado al crecimiento de la iguana, una iguana que crece rápidamente, mudará la piel con más asiduidad, ya que la piel, las escamas, no son elásticas y necesitan renovarse. Normalmente podremos apreciar que durante el verano nuestra iguana muda más frecuentemente la piel. Nosotros, aunque no nos percatemos de ello también mudamos continuamente la piel aunque "escamita por escamita", de hecho, el 75% del polvo de una casa está formado por restos de piel.

Sabremos que una iguana va a mudar la piel, porque en su librea aparecen zonas de tonalidad más blancuzca, reseca o transparente. Por ejemplo, una iguana que va a mudar la piel de los antebrazos y manos, parecerá que lleve unos guantes puestos.

Nosotros podemos facilitarle el proceso de muda a nuestra iguana. Esto les suele gustar, aunque en ocasiones les moleste que les toques la cabeza. En una ocasión vi la foto de una iguana que rascándose la cabeza para quitarse las pieles se había dañado un ojo. Algunas formas con las que podemos facilitarle la muda son:
  • Manteniendo la humedad del terrario y rociándolas dos o tres veces al día con agua (aunque esto es aconsejable aunque la iguana no vaya a mudar).
  • Aprovechando los baños para arrancarle los trozos de piel muerta (sólo la muerta sin obligar más de lo necesario).
  • Rociándola con lubricantes apropiados para la piel.