La proteína animal y las iguanas.


Probablemente el aspecto más polémico a la hora de establecer la dieta de una iguana es sin duda el de incluir o no proteína de origen animal. Hay varias razones por las cuales muchos siguen en desacuerdo con el uso único de proteína vegetal:
  • Primera, por que desgraciadamente todavía existen libros sobre el cuidado de la iguana que recomiendan esta dieta omnívora.
  • Segunda, por que las iguanas en cautividad tienen la mala costumbre de comerse todo aquello que se les ofrece (siempre que sea comida...).
  • Tercera, porque mucha gente piensa que la única forma de que un animal crezca sano y fuerte, es comiendo proteína animal (o al menos que la coman durante sus primeros años de vida). Además, muchos piensan que la proteína sólo se encuentra en productos de origen animal.
Quizá, el hecho de que nosotros mismos seamos omnívoros, y de que animales de compañía tales como perros y gatos también lo sean (con dietas especiales de verdura y carne en sus piensos), es lo que nos ha hecho pensar que la iguana también lo debe ser. Supongo que es más fácil y atractivo pensar esto, que pensar que la iguana es como una vaca que sólo come hierba...
Pero, ¿Cuál es exactamente la diferencia entre proteína animal y proteína vegetal?. Las proteínas vegetales y animales no son diferentes si nos fijamos sólo en su composición, ya que ambas están formadas por aminoácidos. La única diferencia entre ellas, es que los productos de origen animal contienen diferentes ratios de aminoácidos y altas concentraciones de proteínas que no suelen tener las plantas (a excepción del tofu, la alfalfa, y pocas más). Muchas plantas contienen bajos niveles de proteínas. En una dieta estrictamente herbívora, es importante que exista un equilibrio que proporcione además del ratio de Calcio y Fósforo adecuado, una cantidad adecuada de proteínas y aminoácidos necesarios para una buena salud. Las proteínas son fundamentales para llevar una vida sana, son las encargadas del desarrollo muscular, y de la formación de uñas y escamas entre otras cosas.

Hay un par de razones por las cuales incluir proteína animal como parte de la dieta de una iguana es una mala idea. Por una parte, los productos de origen animal contiene grandes cantidades de grasa y colesterol, los cuales son mucho más nocivos para las iguanas de lo que lo son para nosotros. Y por otra parte, el aparato digestivo de la iguana a evolucionado para digerir al máximo productos de origen vegetal (altos en fibra). De manera que al digerir proteína animal, su organismo convierte el exceso de proteínas en ácido úrico, el cual acaba cristalizando y dañando gravemente el aparato excretor y otros órganos. Muchas iguanas sufren por ello deshidratación y muchas mueren tempranamente con los riñones gravemente dañados, a causa de MBD, hipotiroidismo, gota, etc...


No obstante, que las iguanas salvajes nunca se alimenten de proteína animal no es del todo cierto. Como ya he dicho anteriormente, existen algunos factores que pueden incitar o mejor dicho, obligar a una iguana a alimentarse de proteína animal. Por una parte está la ingestión por accidente de insectos o carroña que podrían encontrarse en una planta o fruto. Pero hay factores capaces de cambiar el hábito de alimentación de una iguana temporalmente y que hoy por hoy escapan muchas veces del entendimiento científico. La destrucción progresiva del hábitat de las iguanas puede provocar una escasez de alimento vegetal y por lo tanto obligar a la iguana a comer todo aquello que sea comestible (vegetal o no), e incluso esta destrucción del hábitat puede cambiar conductas y volverlas más agresivas frente a otros animales, pero como ya he dicho, hoy por hoy lo único que se sabe es que una iguana salvaje, viviendo en condiciones ambientales normales, es estrictamente herbívora por naturaleza.


Por lo tanto, que nuestra iguana no coma proteína animal cuando todavía es un ejemplar joven no debe preocuparnos en absoluto. Es cierto que necesitan de una dieta algo más rica en proteínas por encontrarse en un periodo en el que crecen y se desarrollan con rapidez, pero como ya hemos dicho, hay otras formas (más sanas) de proporcionarle una alimentación con los nutrientes que ella necesite (vertabla de alimentos y de suplementos alimenticios).


A pesar de todo, no se puede afirmar que un trocito queso, por ejemplo, va a dañar irremediablemente el organismo de nuestra iguana. żQuien no ha disfrutado viendo comer a su iguana un trocito de su pizza o de su helado? Desgraciadamente no se sabe a ciencia cierta dónde está el límite, así que porqué arriesgar la salud de nuestra iguana cuando sabemos seguro que con una dieta vegetariana va a crecer sana y fuerte?.


Así que la conclusión podría ser la siguiente: Sobre todas las cuestiones que envuelven el tema de alimentación con proteína animal se sabe que:

  • Las iguanas salvajes llevan una dieta extrictamente vegetariana salvo en casos muy excepcionales (ingestión por accidente, por supervivencia...).
  • La inclusión de proteína animal como parte de la dieta de una iguana joven o no, causa serios daños en su organismo y por lo tanto acorta su esperanza de vida.
  • Está demostrado científicamente que una iguana alimentada mediante una dieta estrictamente vegetariana crece fuerte, sana y en armonía con su naturaleza; y que vive más y mejor que una iguana alimentada con proteína animal
"Parte de la información contenida en este apartado a sido extraída y traducida con permiso de la página web www.greenigsociety.org"